Esta colonia, dependiente de La Luisiana en sus orígenes, se fundó en los baldíos de la ciudad de Écija, dentro del más ambicioso proyecto reformista de la Ilustración Española: la colonización y creación de las llamadas Nuevas Poblaciones, uno de los fenómenos migratorios más importantes de la historia de toda Centroeuropa.
Este núcleo, como todos los demás, continuó trabajando y luchando bajo el mismo Fuero por el que se regían las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía, hasta que en el año 1835, la Reina doña María Cristina lo deroga y se incorpora, dentro del municipio matriz de La Luisiana, a la provincia de Sevilla.
Después de un largo proceso, el 27 de Agosto de 1986, se aprueba el decreto de Segregación que convierte a la colonia de Cañada Rosal en el municipio más joven de todos los que integran la familia de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía.
Dentro de la arquitectura colonial y popular destaca el edificio del ayuntamiento, originalmente casa de labranza, y la iglesia parroquial de Santa Ana, reformada totalmente en el año 2014 con un original diseño inspirado en el barroco colonial y popular, junto con el callejón de Flores Pistón situado en uno de sus laterales.
Fuera del casco urbano, en la finca municipal «La Suerte», además de la Ermita de la Santísima Virgen Milagrosa, se sitúa el Centro de Interpretación de las Nuevas Poblaciones, un importante punto de referencia para conocer el fenómeno histórico singular que hizo posible en pleno siglo XVIII que colonos centroeuropeos, en su mayoría alemanes, transformaran unas tierras yermas en pueblos vivos.
La potencialidad, riqueza y variedad de la gastronomía local es de indudable valor. Existen platos que se dan en toda la comarca, destacando una excelente variedad de repostería como los pestiños, gachas, tortillas de azúcar y roscos de anís. Igualmente destacan los embutidos de morcilla, chorizo y butifarra muy demandados por quienes nos visitan, así como las rosquillas y picos artesanos.
Junto con la bicentenaria Feria y Fiestas en honor a sus patrones, la romería, la Semana Santa y su carnaval, la fiesta más tradicional es la Fiesta de los Huevos Pintados, una costumbre heredada de la tradición alemana que se revive en Cañada Rosal cada domingo de Resurrección con motivo de celebración de la Pascua. En este día se cuecen huevos y se pintan de diversos colores, y se completa la fiesta con un auténtico mercado colonial, concursos y exposición de huevos pintados.
Cabe también destacar la fiesta de la Segregación que se celebra cada 27 de agosto, día en el que se conmemora la segregación de Cañada Rosal del municipio de La Luisiana.
Écija, Sevilla, España